Cápsula: Salud en Latinoamérica
La región latinoamericana se encuentra actualmente atravesando
una serie de cambios y reformas, en los diferentes sistemas políticos, económicos
e incluso sociales.
Específicamente en el sector salud,
vemos como la crisis afecta a los países de la región, expresada en problemas
de accesibilidad y cobertura de los servicios asistenciales y en el deterioro
de la salud de las poblaciones. Está crisis principalmente de gobernabilidad en
los sistemas sanitarios ha puesto en evidencia la incapacidad de los entes
gubernamentales encargados de la gerencia y administración de la salud para
solucionar los problemas de funcionamiento interno y satisfacer las demandas de
la población.
En posible notar el colapso en los sistemas de salud de varios países,
tanto en los indicadores, como en los problemas de eficacia, eficiencia,
cobertura, y accesibilidad.
Es por esto que hemos visto como algunos países han emprendido procesos de reforma en sus sistemas de salud
como la modernización del aparato público y la descentralización político-administrativa.
Aunque varios de estos países han impulsado muchas políticas sociales y en salud,
lo que realmente ha caracterizado a estas naciones es una falta de continuidad
administrativa, y una ausencia de la evaluación de los programas.
Uno de los principales indicadores del grado de
eficiencia del sistema de salud de un país es la esperanza de vida de la población. Resulta difícil imaginar que las personas vivan
muchos años en una nación con una infraestructura sanitaria precaria. Por el
contrario, cuanto mejor sea esta, y mayores los servicios que se ofrezcan,
mayor será la probabilidad de que la población viva más.
Según
el gráfico anterior, vemos como el país con mejores indicadores de esperanza de
vida de la región es Chile, donde su población vive en promedio 80años, seguido
de Colombia, Costa Rica y Cuba, donde la población vive aproximadamente 79años,
en la peor condición se encuentran Bolivia con 68 años, y Haití con una
esperanza de vida de apenas 62 años, lo que nos permite ilustrarnos un poco las
desigualdades que existen entre los distintos países de la región.
Resulta
interesante contrastar que dos de los países mejor posicionados tienen sistemas
completamente diferentes por un lado Chile representa uno de los países más democráticos,
con una gran libertad en el mercado, mientras que en Cuba vemos un sistema con régimen
de planificación estatal completamente centralizado. Por lo tanto, existen
diferentes modelos que al ser planificados adaptándose a la población de cada
país han obtenido resultados exitosos.
Si
miramos el gasto en salud como % del PIB, vemos por ejemplo como en el caso de
Haití y Colombia donde no existe ninguna relación entre el porcentaje del gasto
y los resultados obtenidos en salud.
Uno de los
principales problemas que encontramos en los sistemas de salud de América
Latina es que suelen estar fragmentados y segmentados, fragmentados porque el cuidado de la salud se reparte entre
múltiples responsables: una parte el Estado, otra la obra social, y otra las
clínicas privadas, y segmentado porque existen una gran cantidad de
instituciones.
Sin embargo, se siguen llevando a cabo muchos cambios
en diferentes países como en Brasil, donde realizaron la eliminación de las obras sociales, todos
los hospitales que dependían de ellas se trasladaron a zonas regionales
generando una gran cobertura sanitaria. Y en el caso de Uruguay, donde su
sistema de salud se estructuraba a partir de mutuales, pero para aumentar la
eficiencia de recursos los aportes que antes iban a mutuales ahora han pasado a
un mismo fondo, y además, el país ha hecho un seguro universal frente a las
enfermedades más caras.
Lo que queda claro es que a pesar de algunos países latinoamericanos han
ido avanzando en la organización y el funcionamiento eficiente de sus sistemas
de salud, pero aún queda un largo camino que recorrer para reducir las desigualdades
en la región.
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