CRISIS
ECONÓMICA Y SALUD PUBLICA EN ATENCION PRIMARIA: UN NUEVO RETO DE
GESTIÓN.
Como
médico de familia y urgencias en atención primaria he observado en
los últimos años un aumento importante de las consultas
relacionadas con trastornos reactivos o adaptativos provocados por la
crisis económica como son problemas de insomnio, estrés, ansiedad y
otras patologías empeoradas por esta situación.
En
estos años de crisis fenómenos nuevos relacionados con el
comportamiento social y con la salud de las personas, como lo que se
ha denominado "presentismo"
laboral,
lo contrario del absentismo, ha ocasionado que la gente acuda a
trabajar en condiciones no razonables por no coger la baja y haga un
esfuerzo que no debería para evitar eventuales riesgos de despido,
liquidación de contratos o sustituciones.
En
el plano de los hábitos de estilo de vida con
esta crisis no sólo está empeorando la salud psíquica del
paciente, con más estrés, sino también la física porque
hay más obesidad, más hipertensión y más desórdenes metabólicos
porque se come peor.
Ante
la situación de desesperanza y de escepticismo general con
repercusión en la salud mental se abre un nuevo reto para la
atención primaria sobre todo en
lo que respecta a los grupos de riesgo. En relación con la salud y con los sistemas sanitarios ante la actual crisis económica tenemos una responsabilidad de la que salubristas y médicos de atención primaria no estamos exentos.
Es
fundamental establecer un plan de acción y seguirlo haciendo que las
cosas cambien priorizando y seleccionando las soluciones elegidas .
Después de esto, se debe aprender de la experiencia con el análisis
de los resultados. Hay que recordar que ante situaciones similares
anteriores, hemos sabido resolverlas y por tanto disponemos de
recursos para salir exitosamente del conflicto.
Dentro
de las medidas para hacer frente a situaciones adversas se encuentra
el buscar lo positivo de la relación familiar; las actividades
gratificantes pueden ser actividades accesibles y baratas como ese
partido de fútbol con los amigos o de un paseo con la pareja o
ciertos hobbys. No menos importante son los hábitos de vida
saludables como mantener horarios regulares de sueño/vigilia;
realizar ejercicio físico moderado; seguir una alimentación
equilibrada y variada basada en la dieta mediterránea y no
automedicarse son medidas que ayudarán a que nos sintamos mejor
física y psíquicamente.
La
escucha activa por parte del médico de familia y detectar las
fortalezas del paciente buscando lo positivo, la botella medio llena
siempre, intentando detectar los impactos individuales y en el
entorno familiar y social, ayudando a recomponer la autoestima y la
motivación del paciente,
es
la mejor manera de ayudar a los problemas generados por el estrés de
la crisis económica en atención primaria .